Hace ya tres décadas que The Irish Rover abría sus puertas en la Avenida Brasil. Al primogénito de la familia, Moby Dick Club, le nacía un hermano pequeño, irlandés, que rápidamente se hizo muy grande. Una fecha así de señalada hay que celebrarla por todo lo alto. Será el próximo jueves 20 de noviembre y hemos pedido a Neon Collective que nos canten el Cumpleaños Feliz.

Hace 30 años, en plena efervescencia de los 90, Madrid estrenaba un rincón que muy pronto se convertiría en parte de su paisaje emocional: The Irish Rover. Corría 1995, el año de Toy Story, El día de la Bestia y los primeros pasos por el espacio Schengen. Mientras Pulp hacía historia con Different Class y The Cranberries conquistaban el mundo con Zombie, en la Avenida de Brasil abría sus puertas un nuevo bar irlandés dispuesto a escribir la suya propia.
 
Aquel “hermano pequeño” del Moby Dick Club nació con alma viajera y espíritu de comunidad. Treinta años después, The Irish Rover es mucho más que un pub: es un pedazo de la historia viva del ocio madrileño. Un lugar donde generaciones enteras han celebrado goles, brindado por amores, reído con monólogos, descubierto bandas, aprendido idiomas o simplemente compartido noches inolvidables frente a una pinta bien tirada.